Demandas físicas y fisiológicas del fútbol de alto nivel actual

La evolución del fútbol actual impone cada vez más mayores exigencias a los jugadores y jugadoras, especialmente en términos de su capacidad para hacer frente a la creciente intensidad de los partidos tanto en el juego con balón como sin balón.

En el fútbol moderno, los entrenadores están cada vez más en busca de jugadores rápidos y habilidosos que tengan una condición física fuera de lo normal para realizar esfuerzos repetidos de alta intensidad además de ser capaces de tolerar cargas semanales de entrenamiento y partidos muy elevadas y frecuentes.

Las limitaciones en el entrenamiento como consecuencia de una programación de partidos intensa y frecuentes hacen que sea desafiante para los entrenadores y preparadores físicos planificar el entrenamiento en las fases previas al inicio de la temporada y, en particular, durante la temporada competitiva.

En este sentido, los preparadores o preparadoras físicos pueden utilizar ciclos de entrenamiento intensivos durante estos periodos para mejorar la capacidad de los jugadores y jugadoras con la realización de ejercicio intermitente a alta intensidad de forma muy dosificada. La adición de entrenamiento aeróbico de alta intensidad una o dos veces por semana puede mejorar la capacidad de los sistemas energéticos aeróbicos y empujar el umbral para cuándo ocurren las perturbaciones iónicas y metabólicas y, por lo tanto, la fatiga.

Además, la capacidad de realizar ejercicios de muy alta intensidad de forma repetida también puede mejorarse introduciendo un ajustado volumen de entrenamiento de fuerza una o dos veces por semana, lo cual se relaciona con una mayor capacidad de los sistemas metabólicos y una economía de carrera mejorada.

Los jugadores también pueden lograr adaptaciones positivas en el rendimiento con entrenamiento aeróbico de alta intensidad combinado o mixto y entrenamiento de fuerza (entrenamiento concurrente). Con este enfoque, se puede conservar o aumentar la capacidad de los sistemas energéticos aeróbicos, mientras al mismo tiempo se obtienen las adaptaciones positivas del entrenamiento de fuerza.

Sin embargo, se debe tener mucha precaución a la hora de aplicar los ciclos de entrenamiento intensivo ya que deben planificarse cuidadosamente teniendo en cuenta el momento de la temporada, la programación de partidos y la carga y nivel físico del jugador o jugadora.

Hostrup, M., & Bangsbo, J. (2022). Performance Adaptations to Intensified Training in Top-Level Football. Sports Medicine, 1-18.

Periodización en baloncesto de competición

La periodización es la herramienta metodológica fundamental que emplean los entrenadores/as y preparadores/as físicos en el baloncesto para realizar una planificación científica del entrenamiento de los jugadores-as y/o de los equipos.

De forma sencilla, la periodización se puede definir como el procedimiento por el cual se distribuye de forma racional la carga de entrenamiento a lo largo del tiempo. La periodización del entrenamiento se caracteriza por la división de una temporada completa en unidades temporales más reducidas y vinculadas a objetivos concretos y específicos: periodos, ciclos y sesiones de entrenamiento.

En el siguiente cuadro se resumen las características principales los dos modelos básicos de planificación deportiva y de los cuales se obtienen los principios metodológicos principales para la periodización del entrenamiento de jugadores-as y equipos de baloncesto.

ModeloAutoresCaracterísticasEstructura de la temporada
TradicionalMatveyev (1964)Centrado en varios objetivos para cada mesociclo.
Predominio del entrenamiento concurrente.
Objetivos de rendimiento a largo plazo.
Periodo de preparación general
Periodo de preparación específica
Periodo de competición
Periodo de Transición.
BloquesVerkhoshansky (1980) Bondarchuk (1982) Issurin (1986)Centrado en pocos objetivos para cada mesociclo-bloque.
Predominio del entrenamiento secuencial.
Objetivos de rendimiento a corto-medio plazo.
Desarrollo -> Competición -> Recuperación (Bondarchuk, 1980)
Acumulación -> Transformación -> Realización (Issurin, 1986)
Elaborado por Telmo Silva Alonso (2022).

Las características principales a tener en cuenta para la periodización del entrenamiento de jugadores/as y equipos de baloncesto se podrían resumir en las siguientes:

a) Presencia de periodos de competición largos y con alta densidad competitiva.

b) Necesidad de estar en forma durante periodos de tiempo prolongados.

c) Los periodos de preparación en grupo suelen ser cortos y obligan necesariamente  durante los ciclos de competición a combinar sesiones de entrenamiento de capacidades específicas (desarrollo) con los partidos.

d) En general una temporada en baloncesto se estructura teniendo en cuenta las siguientes fases: pretemporada (6-8 s), temporada (28-32 s), postemporada (4-8 s) y fase de recuperación (4-6 s). 

Tomando como referencia los dos modelos básicos de periodización, se determinan las siguientes unidades temporales para la periodización del entrenamiento en baloncesto:

a) Sesión: secuencia lógica y coherente de tareas de entrenamiento estructurada en tres partes fundamentales -> Activación, parte principal y normalización fisiológica. Según contenido, entre 30 min y 2 h 30 min de duración. 

b) Microciclo (MC) : secuencia lógica y coherente de sesiones de entrenamiento. Duración entre 3 y 7 días, siempre se cierran con sesión o tiempo de recuperación. MC de carga, MC de competición y  MC de recuperación son los más característicos en baloncesto.

c) Mesociclo (MS): secuencia lógica y coherente de 3 -6 MC. MS de carga, MS de competición y  MS de recuperación son los más característicos en baloncesto.

d) Periodo: intervalo de tiempo formado por una secuencia lógica y coherente de MS. Según su objetivo: Periodo de preparación general (0-18 semanas), Periodo de preparación específica (4-18 semanas), Periodo de competiciones (2-40 semanas) y Periodo de transición (2-5 semanas).

e) Macrociclo o ciclo competitivo (MCR): está constituidos por una serie lógica de periodos de entrenamiento que se conforman según el calendario anual de competiciones. Una temporada (1 año) puede contemplar de 1 a 3 MCR. 

Finalmente, en los siguientes cuadros se expone la periodización para un hipotético equipo de ACB en la temporada 22-23 y la distribución de posibles mesociclos para el periodo de competiciones.

PeriodoPreparación generalPreparación específicaPeriodo de competiciónPeriodo de transición
Fechas1 JUN – 31 JUN1 AGO – 20 SEP 21 SEP- 21 MAY 22 MAY – 30 JUN
Duración4- 5 semanas8 semanas34 semanas5 semanas
Frecuencia habitual de partidos 1 partido de preparación/semana1 partido de liga /semana 
Elaborado por Telmo Silva Alonso (2022)

Elaborado por Telmo Silva Alonso (2022)

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Cómo debe trabajar un preparador/a físico en contexto deportivo

Soy de los que siempre ha pensado que la figura del preparador físico/a (PF) es la de un profesional especializado en entrenamiento para la mejora del rendimiento en el deporte, de la salud general en todas las etapas de la vida y de la recuperación de la condición física que se requiere como consecuencia del padecimiento de una enfermedad o de una lesión.

Con este enfoque amplio y por supuesto desde mi humilde perspectiva, un buen PF debería ser siempre capaz de desarrollar su trabajo al margen del objetivo general del mismo. Es decir, no creo demasiado en los PF excesivamente especializados en deportes concretos, en edades determinadas y en tipos particulares de entrenamiento.

Desde mi experiencia me atrevo a recomendar a los futuros PF que no se limiten y amplíen al máximo su formación y desarrollo profesional de tal forma que puedan realizar su trabajo con eficacia y seguridad, sea cual sea la actividad deportiva, actividad física o enfermedad o lesión a recuperar.

En el siguiente mapa conceptual se resume de forma simplificada y desde una aportación personal los pasos que puede seguir un PF en su trabajo cuando lo aplica en un contexto de deporte de competición.

Como siempre espero que pueda ser de vuestro interés y de utilidad en vuestra práctica cotidiana.

Algunas claves para el entrenamiento de la fuerza en deporte y salud

Concepto de fuerza

Junto a la resistencia y a la flexibilidad, la fuerza se considera como uno de los principales componentes de la condición física o factores de rendimiento físico en humanos.

La fuerza es una capacidad física muy dependiente de la función del sistema neuromuscular y, como síntesis de las múltiples definiciones mencionadas en la literatura científica y deportiva actual, se entiende como la capacidad funcional del aparato locomotor y sistema nervioso para producir patrones de movimiento repetidos, rápidos y coordinados que implican superar, sostener y/o amortiguar resistencias externas de diferente magnitud, dirección y sentido.

Objetivos del entrenamiento de fuerza

El objetivo principal del entrenamiento de fuerza es el desarrollo de la fuerza en sus diferentes manifestaciones, en una proporción adecuada conforme los requisitos motores específicos de la modalidad deportiva en cuestión y según el momento del ciclo de preparación en el que se encuentre el o la deportista.

Manifestaciones de la fuerza

En una clasificación clásica y sencilla propuesta por el biomecánico Vladimir Zatsziorski (1990) se identifica a la fuerza o carga máxima, a la fuerza-velocidad o potencia muscular y a la fuerza resistencia o resistencia muscular como las manifestaciones o subtipos fundamentales que configuran la fuerza como componente básico de condición física.

La fuerza o carga máxima se relaciona con la máxima resistencia que un individuo puede desplazar, sostener o amortiguar en un único ciclo de movimiento. En este sentido la halterofilia para todos sus movimientos se puede considerar como un ejemplo claro de esta manifestación.

En el caso de la fuerza-velocidad o potencia muscular el criterio de rendimiento se aplica, no solo a la intensidad de la carga que se mueve sino, a la máxima velocidad que se puede imprimir para una carga determinada, tanto para los movimientos de carácter acíclico (p.e. lanzamiento de disco) así como los movimientos cíclicos (p.e. sprint 100 m). La fuerza explosiva o la capacidad de generar una velocidad de contracción máxima o casi máxima en cada movimiento además de la capacidad de aprovechamiento de la energía elástica y reactiva, que se produce con los movimientos que requieren elongación rápida y previa a la contracción muscular (contracción pliométrica), son los subtipos de fuerza principales relacionadas con esta segunda manifestación.

La capacidad de generar una potencia media máxima para un tiempo de esfuerzo determinado se relaciona con la fuerza – resistencia o resistencia muscular. Desde esfuerzos predominantemente anaeróbicos (p.e 100 m lisos), esfuerzos mixtos aeróbico – anaeróbico (p.e remo) hasta los esfuerzos de larga duración (p.e. maratón), todos ellos requieren entrenamiento de la resistencia muscular con un ajuste de las cargas según los tiempos de esfuerzo y la musculatura activa implicada en el desarrollo de la competición.

Algunas claves para aplicar en el entrenamiento de la fuerza

El entrenamiento de la fuerza máxima requiere sobrecargas y para los ejercicios seleccionados se recomienda el manejo de cargas máximas o casi máximas (1 – 5 RM) ejecutadas entre el 80 % – 100 % de las repeticiones máximas posibles. Entre las series de ejercicios se debe dedicar un tiempo de descanso amplio que permita afrontar la serie siguiente (3- 5 series) con una fatiga mínima. Por esta misma razón el volumen de trabajo deberá ser contenido para favorecer la realización de la máxima cantidad de trabajo posible y en los rangos óptimos de intensidad establecidos para el desarrollo de esta capacidad. Para el entrenamiento de fuerza máxima son preferibles el manejo de ejercicios globales y resulta indispensable un trabajo previo para consolidar una técnica excelente y producir las adaptaciones mínimas de las estructuras clave del aparato locomotor.

Cargas entre un rango de 6 – 20 RM ejecutadas al 80 % – 100 % de las repeticiones máximas posibles, se consideran el nivel óptimo de carga para el desarrollo de la fuerza – resistencia o resistencia muscular. El descanso entre los ejercicio debe ser mínima y el volumen total de trabajo, incluyendo los tiempos de recuperación, se sitúa entre 20 minutos y 40 minutos, cantidad que parece más que suficiente según los resultados de investigación más recientes. Los ejercicios, tanto generales (globales y analíticos), especiales como específicos, se pueden organizar en circuitos (8 – 12 ejercicios y 2-4 series), subcircuitos (3 – 6 ejercicios y 2 – 4 series) o trabajo en superseries ( 3 – 5 series). Hay que tener muy en cuenta que el entrenamiento de fuerza – resistencia puede llegar a generar niveles muy altos de fatiga por lo que se recomienda no superar las 3 sesiones por semana y ordenarlas de forma alterna con un mínimo de 48 h entre ellas para favorecer la recuperación.

En el entrenamiento de la fuerza – velocidad o potencia muscular se considera la velocidad de movimiento como el criterio clave y de referencia para la ejecución óptima de los ejercicios que se proponen en su estrategia de desarrollo. En este sentido tanto para los ejercicios con sobrecarga (p.e. pesas, poleas) como para los ejercicios sin sobrecarga (p.e multisaltos, autocarga) resulta indispensable que la realización de cada movimiento se produzca de forma eficiente (con buena técnica) y a una velocidad de ejecución máxima o casi máxima. Por ello la cantidad de repeticiones y series a realizar deben estar lo más controlada posible y ajustarse en todo momento al requisito fundamental: potencia máxima o casi máxima en la ejecución. Al igual que para el desarrollo de la fuerza máxima, el volumen total de carga también deberá ser moderado para evitar que la fatiga acumulada pueda interferir, tanto en la técnica como en la velocidad de ejecución. Además los tiempos de descanso entre series también deben tender a ser altos y suficientes para poder abordar cada repetición con un estado de fatiga mínimo y poder asegurar de este modo una ejecución con un nivel de carga igual o muy próximo a la potencia máxima. Los ejercicios generales, especiales y específicos que se emplean para la mejora de esta capacidad de fuerza pueden requerir sobrecargas o no y, a diferencia del entrenamiento de la resistencia muscular, pueden realizarse dentro de una misma sesión y previamente al contenido técnico – táctico de la misma.

Conclusiones

El entrenamiento de la fuerza está considerado como un componente fundamental del entrenamiento físico, tanto en contexto deportivo como para el mantenimiento de un buen estado de salud general. Las investigaciones más recientes determinan que un correcto entrenamiento de fuerza, bien calibrado y ajustado a las características individuales de cada sujeto (edad, sexo, salud, condición física,…), resulta determinante para la mejora de la condición física general, rendimiento en el deporte así como el mantenimiento de un buen estado de salud que determina una adecuada calidad de vida en todas las edades.

Apuntes sobre fundamentos del entrenamiento en remo

El remo está considerado uno de los deportes olímpicos por excelencia, ya que desde un primer momento está modalidad deportiva, junto con el atletismo y la gimnasia, formaron parte de los primeros programas de los JJOO de la era moderna.

A principios del siglo XIX se organizan las primeras regatas de remo en Inglaterra, destacando la Henley Royal Regatta en 1839 y la popular Oxford – Cambrigde que enfrenta a las dos universidades desde 1829.

Se puede afirmar que el remo es un deporte con una gran implantación en todo el mundo, con 153 países formando la federación internacional de remo (FISA). Actualmente América del norte, Europa y Oceanía son los continentes con mayor tradición y mayor nivel deportivo en el remo mundial.

El remo olímpico se incluye en la categoría de deportes de agua, cíclicos y de fuerza-resistencia y en que las regatas se realizan recorriendo 2000 m en aguas tranquilas y campo balizado con seis calles. Las categorías de participación se establecen según sexo, peso y clase de bote, estas últimas determinadas según número de remeros y remos que maneja cada uno de ellos: 1 remo (remo en punta) o 2 remos (remo en scull).

Los remeros-as presentan una estructura corporal en la que predominan los componentes ectomórfico (extremidades largas con predominio de la estatura frente a peso corporal) y mesomórfico (elevado peso magro y bajo peso graso) , junto con una estatura por encima del valor promedio de población normal.

En las regatas de 2000 m entre el 70 – 80 % de la energía es aportada por el metabolismo aeróbico (VO2 max  de 5,5-6,5 l/min en hombres y 4-4,5 l/min en mujeres junto con un un VO2 max asociado a [lactato] de 4 mlmol.l-1 = 75 – 85 % del VO2 max) y el 20 -30 % de la energía se produce a partir del metabolismo anaeróbico (valores de lactato postesfuerzo entre 12 y 21 mlmol.l-1).

En definitiva el remo es una de las actividades deportivas con mayor exigencia física y fisiológica del panorama deportivo actual y por consiguiente una correcta aplicación de los métodos de entrenamiento resulta indispensable para alcanzar un alto nivel de rendimiento y la protección de la salud física y mental de los remeros-as.

Pongo a vuestra disposición unos apuntes que recogen los aspectos clave más destacados del entrenamiento en remo desde la evidencia científica en la biomecánica y fisiología del ejercicio.

Como siempre espero que os resulten de interés y lo podáis aplicar en vuestra práctica diaria como entrenadores-as.

Apuntes sobre fundamentos del entrenamiento en remo (Silva-Alonso, 2019)

Apuntes sobre fundamentos e introducción al entrenamiento de jugadores-as y equipos de baloncesto

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El baloncesto es actualmente uno de los deportes más populares y practicados del mundo.

Es un deporte de equipo que se juega con balón y se desarrolla en una pista cubierta de 28 x 15 m en el que 5 jugadores-as interaccionan contra otros 5 alternando fases ofensivas y fases defensivas durante un tiempo de 40 o 48 minutos repartido en cuatro periodos de 10 o 12 minutos de tiempo efectivo, según tipo de el reglamento que regule la competición: FIBA, NBA, WNBA o NCAA. 

El balón de juego se maneja con las manos y el objetivo de un equipo es conseguir anotar más puntos que el equipo adversario. Los puntos de 1, 2 o 3 puntos que se pueden sumar durante un partido se consiguen cuando un jugador-a introduce el balón en un aro metálico con red situado en cada extremo de la pista, a una altura de 3,05 m y su valor depende de la distancia de lanzamiento, si se produce en acción durante el juego o como acción de tiro libre.

Desde el punto de vista motor el baloncesto es un juego complejo y dinámico que exige a los jugadores/as una ejecución veloz y eficiente de habilidades motrices básicas y específicas con toma de decisiones constantes que se aplican tanto de forma individual como colectiva (Delextrat et al, 2015). El esfuerzo que realizan los jugadores-as en competición se caracteriza por su intermitencia y variabilidad, tanto en duración como en intensidad de esfuerzo (Aoki et al, 2016).


Para todas las personas interesadas en el tema pongo a vuestra disposición los apuntes del bloque de contenidos de baloncesto (48 páginas) correspondiente a la materia Fundamentos Didácticos de los deportes colectivos que se imparte en la Universidad de Vigo.

Índice de los apuntes:

INTRODUCCIÓN

1.1 Descripción de la modalidad.

1.2 Origen y evolución del juego.

1.3 Contextos de práctica.

1.4 Reglas básicas FIBA y NBA.

1.5 Representación gráfica de acciones de juego: símbolos y software específico.

DEMANDAS BIOMECÁNICAS Y FISIOLÓGICAS

2.1 Tiempo, intensidad y densidad de esfuerzo.

2.2 Perfil fisiológico del jugador/a: capacidad aeróbica, capacidad anaeróbica, potencia muscular y coordinación neuromuscular.

FUNDAMENTOS TÉCNICOS

3.1 Concepto de técnica.

3.2 Acciones técnicas del jugador/a en fase ofensiva y fase defensiva.

3.3 Métodos para la enseñanza-aprendizaje de los fundamentos técnicos.

FUNDAMENTOS TÁCTICOS

4.1 Concepto de táctica y estrategia.

4.2  Principios básicos de táctica individual.

4.3 Principios básicos de táctica de equipo.

4.4 Métodos para la enseñanza-aprendizaje de los fundamentos tácticos.

ENTRENAMIENTO DE JUGADORES-AS Y EQUIPOS

5.1 Objetivos y métodos de entrenamiento.

5.2 Evaluación del estado de forma y de la condición física.

5.3 Métodos para el control de la carga y de la recuperación.

5.4 Periodización del entrenamiento.

5.5 Lesiones más frecuentes: prevalencia, factores de riesgo y recuperación.

ANÁLISIS DEL RENDIMIENTO

6.1 Objetivos y métodos de análisis.

6.2  Indicadores estadísticos de rendimiento.

6.3 Elaboración, comunicación y presentación de un informe de jugador/a y/o equipo adversario.

6.4 Diseño, preparación y ejecución de un plan de partido.

Demandas biomecánicas y fisiológicas del baloncesto de competición

En el ámbito del deporte de competición y previamente a cualquier tipo de planificación de entrenamiento es imprescindible que las personas responsables de su programación y supervisión conozcan con precisión cual va a ser la exigencia física y fisiológica que requiere la competición deportiva en esa modalidad.

En el caso del baloncesto y como datos fundamentales aportados por la evidencia científica a tener en cuenta y que determinan las demandas biomecánicas-carga externa de un partido destacan:

  1. Los patrones motores observados en el juego son amplios y variados. Saltos, carreras, pases, tiros a canasta, dribling, rebotes, bloqueos y desplazamientos de componente lateral constituyen las principales acciones motoras que realizan los jugadores durante el juego (Ben Abdelkrim et al., 2010b).
  2. Tanto para jugadores hombres como mujeres (Narazaki et al., 2009) el cambio de patrón motor durante un partido se produce de manera constante cada 1- 3 segundos (Scalan et alt., 2015).
  3. El tiempo de juego individual, el ritmo de partido y el modelo táctico son las variables más destacadas que determinan la distancia recorrida durante un partido. Tanto para jugadores hombres y mujeres la distancia por cada 40 minutos de juego oscila entre 5-6 km.
  4. El 65 % acciones  de juego tienen una duración t < 40 s.
  5. La duración en acciones de intensidad máxima oscila entre 2-5 s, predominando las acciones cercanas a los 2 s.
  6. En el carácter intermitente del juego predomina la actividad frente al descanso con una densidad de esfuerzo (tiempo de actividad/tiempo total) entre 0,5 y 0,8.
  7. Jugadores-as considerados de primera línea tienen un tiempo de juego promedio superior a 20-22 min/partido. Jugadores-as de segunda línea un tiempo de juego promedio entre 10-20 min/partido y jugadores-as de desarrollo tiempos de juego promedio que no alcanzan los 10 min/partido.

Como datos fundamentales aportados por la evidencia científica a tener en cuenta y en este caso que definen las demandas fisiológicas-carga interna para un partido de baloncesto destacan:

  1. El esfuerzo que realizan jugadores/as durante un partido se caracteriza desde una perspectiva fisiológica por una alta exigencia de las capacidades dependientes de los sistemas cardiovascular, metabólico (aeróbico y anaeróbico) y neuromuscular.
  2. La frecuencia cardiaca (FC)  promedio se sitúa entre 160–170 lat/min y en un rango que oscila entre 140-208 lat/min.
  3. Se observa que alrededor del 75 % del tiempo efectivo de juego la FC se mantiene por encima del 85% de la FC máxima (Hulka, 2013; Venkurik & Nycodim, 2015).
  4. La concentración de lactato en sangre durante el juego alcanzan valores entre 5-9 mlmol/l (McInnes, 1995).
  5. La intensidad percibida del esfuerzo (IPE) durante el partido en una escala de Borg modificada 1-10 se sitúa en valores promedios 9-10 (Silva, 2006).

Conforme a todos estos datos se puede definir al baloncesto desde una perspectiva biomecánica y fisiológica como un deporte colectivo donde los participantes desarrollan un juego con balón de esfuerzo intermitente de alta intensidad y carga variable. Resulta indispensable tener en cuenta todos estos aspectos a la hora de enfocar con eficiencia el entrenamiento tanto de jugadores-as como de equipos.

Modelos de periodización y su aplicación al entrenamiento

En entrenamiento deportivo se habla de periodización cuando la carga de esfuerzo se planifica y organiza de forma estratégica durante las diferentes unidades temporales que componen el proceso.

El objetivo de la periodización es conseguir adaptaciones a corto, medio y largo plazo de aquellos sistemas funcionales que condicionan el rendimiento en el deporte y que se produce al implementar un proceso sistemático y distribuido de forma inteligente en el tiempo.

La periodización como estrategia de entrenamiento comenzó su aplicación en el deporte de rendimiento aproximadamente hace seis décadas en la URSS, cuando descubrimientos científicos sobre fisiología del ejercicio se emplearon para el entrenamiento de deportistas de alto nivel.

En la actualidad se confrontan dos modelos para la periodización del entrenamiento en el deporte de competición: un modelo tradicional de preparación multifacética (Matveyev) y un modelo alternativo de preparación concentrada o por bloques (Issurin).

En este artículo de revisión de Issurin (2010) se analizan ambas propuestas, sus características y en que contextos específicos se recomienda uno u otro modelo según las variables que condicionan su aplicación.

Issurin, V. B. (2010). New horizons for the methodology and physiology of training periodization. Sports medicine, 40(3), 189-206.

Fisiología del entrenamiento con juegos reducidos (SSG) en fútbol

IMG_3806.JPGEn este artículo publicado en Sport Medicine (2011) se resume en seis apartados la investigación existente hasta la fecha sobre los posibles efectos fisiológicos y de rendimiento que produce el entrenamiento de SSG en fútbol. En general, este tipo de contenido de entrenamiento para deportes de equipo se caracteriza por la reducción del espacio y del número de jugadores además de una modificación intencionada de las reglas respecto al juego convencional.  Son tareas de entrenamiento más abiertas y menos estructuradas respecto al contenido más tradicional de entrenamiento físico  y se emplean de forma muy frecuente con jugadores/as de todos los niveles y edad. En la actualidad no existe demasiada información científica sobre cómo utilizar de una forma precisa este tipo de juegos para el desarrollo de las capacidades físicas, técnicas y tácticas en futbolistas.
Sin embargo, si existen una serie de variables que pueden influir de manera importante sobre la intensidad de juego durante la práctica de SSG. Las variables de carga más destacadas son a) las dimensiones del espacio de juego, b) número de jugadores y modo de participación, c) actitud y ánimo del entrenador, d) distribución del tiempo, e) modificación de las reglas de juego, y f) uso de los porteros en la tarea). En este sentido, los resultados de investigación destacan que la intensidad de carga en la realización de SSG aumenta con la reducción del número de jugadores participantes y con el aumento del espacio relativo por jugador. Se comprobó que la intensidad es más estable (menor variación entre series y sesiones) en SSG con formatos más reducidos (por ejemplo, 3 x 3 en fútbol). Relacionado con este aspecto, otros estudios señalan este formato reducido de SSG puede exceder la intensidad real de juego y asemejarse más a un entrenamiento por intervalos de larga y/o corta duración.  Finalmente se encontraron estudios que señalan que la condición física específica del futbolista puede ser mejorada, tanto con SSG como por contenidos de entrenamiento más generales. Todavía es necesario investigar estrategias de aplicación de los SSG para un desarrollo óptimo a largo plazo de las capacidades físicas, técnicas y tácticas de los jugadores/as.

Hill-Haas, S. V., Dawson, B., Impellizzeri, F. M., & Coutts, A. J. (2011). Physiology of small-sided games training in football. Sports medicine, 41(3), 199-220.