Está comúnmente aceptado que junto con las capacidades de fuerza y velocidad, la resistencia o la capacidad aeróbica es una capacidad clave para el desarrollo de un alto rendimiento en el baloncesto de competición.Alcanzar un nivel elevado en los indicadores clave vinculados a esta capacidad física permite a los jugadores y a las jugadoras incrementar…

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Entrenamiento de la resistencia en el baloncesto de competición

Está comúnmente aceptado que junto con las capacidades de fuerza y velocidad, la resistencia o la capacidad aeróbica es una capacidad clave para el desarrollo de un alto rendimiento en el baloncesto de competición.
Alcanzar un nivel elevado en los indicadores clave vinculados a esta capacidad física permite a los jugadores y a las jugadoras incrementar la posibilidad de mantener un mayor volumen de esfuerzo realizado a alta intensidad durante el juego, así como una mayor frecuencia de los mismos.
A pesar de estar considerada como un componente de la condición física específica fundamental para el rendimiento en baloncesto su abordaje en el entrenamiento de jugadores y jugadoras siempre ha sido controvertido debido en muchos casos al desconocimiento y a lo poco atractivo que resulta para algunos jugadores/as la aplicación de determinados métodos de entrenamiento debido a la supuesta dureza y monotonía de las cargas y sobre todo debido a falsos prejuicios considerados también, no solo por algunos entrenadores, sino incluso por determinados preparadores físicos.

La exigencia del juego obliga a un entrenamiento sistemático donde el desarrollo de la resistencia debería ocupar un lugar destacado en todas las fases del proceso y del entrenamiento de los jugadores y de los equipos.

Como metodologías básicas y específicas para el entrenamiento de la capacidad aeróbica en el baloncesto se pueden considerar:

  • Esfuerzos de carga continua y extensiva; este contenido de entrenamiento se fundamenta en la realización de actividades de tipo cíclico, preferentemente carrera pero que también se pueden emplear en ocasiones la bicicleta, el remo y/o la natación. La intensidad del esfuerzo es baja-moderada (lactato < 2 mlmol/l), a ritmo estable o ligeramente en progresión y con duraciones de esfuerzo entre 20 -60 min. El confort respiratorio es un indicador subjetivo muy preciso para determinar la intensidad óptima en este tipo de trabajo y la frecuencia cardiaca promedio recomendada se sitúa aproximadamente entre el 70-80% de la frecuencia cardiaca máxima.
  • Esfuerzos de carga continua e intensiva; este contenido se asemeja al anterior con la diferencia fundamental en cuanto a la intensidad (lactato ente 2-4 mlmol/l) y duración entre 10 -30 min. En este tipo de entrenamiento la frecuencia cardiaca promedio se sitúa aproximadamente entre el 80-90 % de la frecuencia cardiaca máxima.
  • Esfuerzo interválico de alta intensidad; este tipo de metodología de entrenamiento se fundamenta en alcanzar un volumen entre 3 -6 km a partir de la suma de esfuerzos intermitentes basados en el patron motor de la carrera. Las fases de actividad suponen duraciones entre 1-3 minutos de esfuerzo, realizados a un ritmo de carrera estable y con alta intensidad (lactato > 4 mlmol/l) a una frecuencia cardiaca entre el 90-95 % de la frecuencia cardiaca máxima. Entre las fases de se incrustan tiempos para la recuperación individuales y de duración variable. Se considera el tiempo óptimo de recuperación al tiempo necesario para que la frecuencia cardiaca se reduzca hasta el 60-70% de la frecuencia cardiaca máxima.
  • Interval de alta intensidad con juego real y juego reducido; esta metodología integrada se fundamenta en la metodología de esfuerzos de alta intensidad. La mayor dificultad en la aplicación de esta método es la dificultad para el control de la carga de forma precisa. El control del tiempo de las tareas, tanto en fase de esfuerzo como en fase de recuperación, el seguimiento de la frecuencia cardiaca con dispositivos de monitorización y la aplicación de escalas de percepción de carga son los recursos más empleados para esta metodología.

La combinación de todos estos procedimientos, en una proporción conforme el periodo de la temporada en el que se encuentre el jugador/a o equipo, mejorará de forma efectiva todos los indicadores de resistencia que se precisan: consumo máximo de oxígeno, consumo de oxígeno asociado a potencia crítica (lactato=2mlmol/l) y eficiencia.

Es conveniente que en la planificación de los procesos de entrenamiento no se olvide la importancia real que tiene el entrenamiento de la resistencia en el desarrollo, formación y preparación de jugadores/as de baloncesto.

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