
El desarrollo de la fuerza muscular se ve influenciado por una serie de características fisiológicas subyacentes y consideraciones de entrenamiento que afectan la expresión de la fuerza máxima y la expresión de la fuerza limitada en el tiempo (Suchomel et al., 2018).
La capacidad de fuerza se fundamenta en una serie de factores morfológicos y neurales entre los que se incluyen el tamaño y la arquitectura muscular, la rigidez musculotendinosa, el reclutamiento de unidades motoras, la codificación de la tasa, la sincronización de unidades motoras y la inhibición neuromuscular.
En esta revisión de Suchomel et al. (2018) se establece que los modelos de periodización en bloques de un solo objetivo o de múltiples objetivos pueden ofrecer los mayores beneficios en fuerza y potencia, pero es importante considerar los conceptos dentro de cada modelo en función de las limitaciones del deporte, los atletas y los horarios.
El entrenamiento bilateral, el entrenamiento excéntrico y el entrenamiento excéntrico concéntrico acentuado, así como el entrenamiento con resistencia variable, pueden producir las mayores adaptaciones de fuerza integrales.
Por otro lado, ejercicios con el peso corporal, ejercicios de aislamiento, ejercicios pliométricos, ejercicios unilaterales y entrenamiento con pesas rusas pueden tener limitaciones en su potencial para mejorar la fuerza máxima, pero siguen siendo relevantes para el desarrollo de la fuerza al desafiar la expresión de fuerza limitada en el tiempo y con demandas motoras diferenciadas.
Se destaca que no es necesario llegar al fallo muscular para mejorar la fuerza máxima y es probable que no sea necesario para obtener ganancias máximas en fuerza.
La combinación de cargas pesadas y ligeras puede mejorar la fuerza y respaldar otras características de fuerza y potencia.
Se sugiere que múltiples series parecen producir beneficios de entrenamiento superiores en comparación con series únicas, pero se debe considerar el estado de entrenamiento del atleta y la relación dosis-respuesta.
Además, en este artículo se menciona que los atletas más débiles deben enfocarse en desarrollar fuerza antes de enfatizar el entrenamiento de tipo potencia, mientras que los atletas más fuertes pueden comenzar a enfocarse en el entrenamiento de tipo potencia mientras mantienen o mejoran su fuerza existente.
Se plantean áreas para futuras investigaciones en relación con la optimización de los beneficios de la estimulación eléctrica activa y el entrenamiento con resistencia variable, así como la influencia de la edad, el tipo de fibra y la genética en la duración de los intervalos de descanso entre series para obtener los mayores beneficios en fuerza y potencia.
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