
El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) se ha establecido como una metodología eficaz para mejorar la resistencia específica en jugadores de fútbol, contribuyendo significativamente al rendimiento en el juego .
Un meta-análisis reciente comparó los efectos del HIIT con los juegos reducidos (SSG) en jugadores de fútbol, encontrando que ambos métodos mejoran la resistencia y el consumo máximo de oxígeno (VO2 máx), aunque el HIIT mostró una ligera superioridad en los efectos de entrenamiento (Clemente et al., 2023).
Además, un estudio que analizó las adaptaciones fisiológicas a un programa de HIIT basado en la carrera concluyó que este tipo de entrenamiento no solo mejora el VO2 máx sino que también mantiene la velocidad y la potencia en jugadores de fútbol, lo que es crucial para el rendimiento durante los partidos (Kelly et al., 2021).
Otros estudios destacan que el HIIT puede inducir mejoras en la economía de carrera y la capacidad de resistencia en intervalos submáximos, lo que sugiere una optimización en la eficiencia energética durante el juego (Kunz et al., 2019).
Estos hallazgos respaldan la incorporación del HIIT en los programas de entrenamiento de fútbol para mejorar la resistencia específica, ofreciendo beneficios tanto para la preparación física como para el rendimiento durante la competencia.
El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) y el entrenamiento de baja intensidad (LIT) son los métodos más utilizados para mejorar la resistencia aeróbica en el fútbol, pero presentan diferencias significativas en sus efectos y eficiencia.
Un estudio comparativo mostró que el HIIT puede resultar más efectivo que el LIT para mejorar la capacidad aeróbica (VO2 máx) en jugadores de fútbol, al tiempo que mantiene la potencia y la velocidad, aspectos críticos para el rendimiento en el juego.
El HIIT también se destaca por su eficiencia en términos de tiempo, logrando resultados similares o superiores a los del LIT en menos tiempo de entrenamiento (Kelly et al., 2021).
Además, el HIIT ha demostrado ser superior en la mejora del rendimiento anaeróbico y la recuperación de la frecuencia cardíaca después del ejercicio, lo cual es esencial en un deporte intermitente como el fútbol (Bahtra et al., 2023).
En contraste, el entrenamiento de resistencia continua, aunque efectivo para aumentar la capacidad aeróbica, puede no ser tan específico para las demandas del fútbol, ya que puede no mantener adecuadamente la velocidad y la potencia muscular.
A pesar de que ambos métodos mejoran la capacidad cardiovascular, el HIIT parece ofrecer una ventaja en términos de especificidad para el fútbol, donde las acciones explosivas y los cambios rápidos de ritmo son constantes.
En definitiva, el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) ha mostrado ser más efectivo que el entrenamiento continuo de baja intensidad (LIT) para mejorar la velocidad en jugadores de fútbol, debido a su enfoque en esfuerzos explosivos que reflejan las demandas reales del deporte.
Un estudio que comparó el HIIT con el LIT en jóvenes futbolistas encontró que el HIIT mejora significativamente la capacidad anaeróbica y la velocidad de sprint en distancias cortas, cruciales para el rendimiento en el fútbol, mientras que el LIT es más limitado en este aspecto (Easton et al., 2010).
Además, otro estudio mostró que el HIIT, al combinar periodos de alta intensidad con recuperaciones cortas, resulta en mayores mejoras en la velocidad y en la capacidad de realizar sprints repetidos en comparación con el entrenamiento continuo (Arslan et al., 2020).
Por otro lado, aunque el entrenamiento continuo puede aumentar la capacidad aeróbica general, no proporciona los mismos beneficios específicos en relación a la velocidad y a la potencia anaeróbica que el HIIT, lo que lo hace quizás menos adecuado para mejorar el rendimiento directo en acciones explosivas típicas del fútbol.
En conclusión, el HIIT es más adecuado que el entrenamiento continuo de baja intensidad para mejorar la velocidad y resistencia en el fútbol, al desarrollar tanto la resistencia anaeróbica como la capacidad de sprint, aspectos clave en el rendimiento futbolístico de competición.
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