OPOSICIONES PARA EDUCACIÓN FÍSICA EN SECUNDARIA: TEMA 17 ACTUALIZADO

Con el desarrollo del Tema17 – Factores que intervienen en el trabajo de desarrollo de la condición física: intensidad y volumen; recuperación, duración y repeticiones se pretende revisar el conocimiento científico-técnico existente sobre la carga de entrenamiento y la necesidad de su manipulación y control para la optimización del entrenamiento o ejercicio físico y la prevención de patologías crónicas asociadas al sedentarismo.

El conocimiento que aporta al docente este tema le puede permitir la programación segura y eficaz de actividades físicas para los estudiantes de 12-18 años con el objetivo principal de mejorar su salud en general, muy especialmente en la prevención y tratamiento del sobrepeso y obesidad.

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Algunas claves para el entrenamiento de la fuerza en deporte y salud

Concepto de fuerza

Junto a la resistencia y a la flexibilidad, la fuerza se considera como uno de los principales componentes de la condición física o factores de rendimiento físico en humanos.

La fuerza es una capacidad física muy dependiente de la función del sistema neuromuscular y, como síntesis de las múltiples definiciones mencionadas en la literatura científica y deportiva actual, se entiende como la capacidad funcional del aparato locomotor y sistema nervioso para producir patrones de movimiento repetidos, rápidos y coordinados que implican superar, sostener y/o amortiguar resistencias externas de diferente magnitud, dirección y sentido.

Objetivos del entrenamiento de fuerza

El objetivo principal del entrenamiento de fuerza es el desarrollo de la fuerza en sus diferentes manifestaciones, en una proporción adecuada conforme los requisitos motores específicos de la modalidad deportiva en cuestión y según el momento del ciclo de preparación en el que se encuentre el o la deportista.

Manifestaciones de la fuerza

En una clasificación clásica y sencilla propuesta por el biomecánico Vladimir Zatsziorski (1990) se identifica a la fuerza o carga máxima, a la fuerza-velocidad o potencia muscular y a la fuerza resistencia o resistencia muscular como las manifestaciones o subtipos fundamentales que configuran la fuerza como componente básico de condición física.

La fuerza o carga máxima se relaciona con la máxima resistencia que un individuo puede desplazar, sostener o amortiguar en un único ciclo de movimiento. En este sentido la halterofilia para todos sus movimientos se puede considerar como un ejemplo claro de esta manifestación.

En el caso de la fuerza-velocidad o potencia muscular el criterio de rendimiento se aplica, no solo a la intensidad de la carga que se mueve sino, a la máxima velocidad que se puede imprimir para una carga determinada, tanto para los movimientos de carácter acíclico (p.e. lanzamiento de disco) así como los movimientos cíclicos (p.e. sprint 100 m). La fuerza explosiva o la capacidad de generar una velocidad de contracción máxima o casi máxima en cada movimiento además de la capacidad de aprovechamiento de la energía elástica y reactiva, que se produce con los movimientos que requieren elongación rápida y previa a la contracción muscular (contracción pliométrica), son los subtipos de fuerza principales relacionadas con esta segunda manifestación.

La capacidad de generar una potencia media máxima para un tiempo de esfuerzo determinado se relaciona con la fuerza – resistencia o resistencia muscular. Desde esfuerzos predominantemente anaeróbicos (p.e 100 m lisos), esfuerzos mixtos aeróbico – anaeróbico (p.e remo) hasta los esfuerzos de larga duración (p.e. maratón), todos ellos requieren entrenamiento de la resistencia muscular con un ajuste de las cargas según los tiempos de esfuerzo y la musculatura activa implicada en el desarrollo de la competición.

Algunas claves para aplicar en el entrenamiento de la fuerza

El entrenamiento de la fuerza máxima requiere sobrecargas y para los ejercicios seleccionados se recomienda el manejo de cargas máximas o casi máximas (1 – 5 RM) ejecutadas entre el 80 % – 100 % de las repeticiones máximas posibles. Entre las series de ejercicios se debe dedicar un tiempo de descanso amplio que permita afrontar la serie siguiente (3- 5 series) con una fatiga mínima. Por esta misma razón el volumen de trabajo deberá ser contenido para favorecer la realización de la máxima cantidad de trabajo posible y en los rangos óptimos de intensidad establecidos para el desarrollo de esta capacidad. Para el entrenamiento de fuerza máxima son preferibles el manejo de ejercicios globales y resulta indispensable un trabajo previo para consolidar una técnica excelente y producir las adaptaciones mínimas de las estructuras clave del aparato locomotor.

Cargas entre un rango de 6 – 20 RM ejecutadas al 80 % – 100 % de las repeticiones máximas posibles, se consideran el nivel óptimo de carga para el desarrollo de la fuerza – resistencia o resistencia muscular. El descanso entre los ejercicio debe ser mínima y el volumen total de trabajo, incluyendo los tiempos de recuperación, se sitúa entre 20 minutos y 40 minutos, cantidad que parece más que suficiente según los resultados de investigación más recientes. Los ejercicios, tanto generales (globales y analíticos), especiales como específicos, se pueden organizar en circuitos (8 – 12 ejercicios y 2-4 series), subcircuitos (3 – 6 ejercicios y 2 – 4 series) o trabajo en superseries ( 3 – 5 series). Hay que tener muy en cuenta que el entrenamiento de fuerza – resistencia puede llegar a generar niveles muy altos de fatiga por lo que se recomienda no superar las 3 sesiones por semana y ordenarlas de forma alterna con un mínimo de 48 h entre ellas para favorecer la recuperación.

En el entrenamiento de la fuerza – velocidad o potencia muscular se considera la velocidad de movimiento como el criterio clave y de referencia para la ejecución óptima de los ejercicios que se proponen en su estrategia de desarrollo. En este sentido tanto para los ejercicios con sobrecarga (p.e. pesas, poleas) como para los ejercicios sin sobrecarga (p.e multisaltos, autocarga) resulta indispensable que la realización de cada movimiento se produzca de forma eficiente (con buena técnica) y a una velocidad de ejecución máxima o casi máxima. Por ello la cantidad de repeticiones y series a realizar deben estar lo más controlada posible y ajustarse en todo momento al requisito fundamental: potencia máxima o casi máxima en la ejecución. Al igual que para el desarrollo de la fuerza máxima, el volumen total de carga también deberá ser moderado para evitar que la fatiga acumulada pueda interferir, tanto en la técnica como en la velocidad de ejecución. Además los tiempos de descanso entre series también deben tender a ser altos y suficientes para poder abordar cada repetición con un estado de fatiga mínimo y poder asegurar de este modo una ejecución con un nivel de carga igual o muy próximo a la potencia máxima. Los ejercicios generales, especiales y específicos que se emplean para la mejora de esta capacidad de fuerza pueden requerir sobrecargas o no y, a diferencia del entrenamiento de la resistencia muscular, pueden realizarse dentro de una misma sesión y previamente al contenido técnico – táctico de la misma.

Conclusiones

El entrenamiento de la fuerza está considerado como un componente fundamental del entrenamiento físico, tanto en contexto deportivo como para el mantenimiento de un buen estado de salud general. Las investigaciones más recientes determinan que un correcto entrenamiento de fuerza, bien calibrado y ajustado a las características individuales de cada sujeto (edad, sexo, salud, condición física,…), resulta determinante para la mejora de la condición física general, rendimiento en el deporte así como el mantenimiento de un buen estado de salud que determina una adecuada calidad de vida en todas las edades.

Apuntes sobre la fisiología del ejercicio

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La fisiología del ejercicio es una de las áreas de conocimiento indispensable para fundamentar la práctica e intervenciones en el ámbito del entrenamiento deportivo y del entrenamiento para la salud.

Los primeros trabajos sobre fisiología del ejercicio datan de principios del siglo XX con estudios sobre la fisiología del sistema de aporte de oxígeno y metabolismo anaeróbico que incluso tuvieron el reconocimiento internacional con los premios Nobel de Krogh (1920), Hill (1922) y Meyerhof (1922).

La fisiología del ejercicio o también llamada del esfuerzo tiene como objeto de estudio el conocimiento de los cambios puntuales o crónicos que produce el ejercicio físico sobre los sistemas funcionales del cuerpo humano y sus efectos sobre el rendimiento físico y la salud.

Pongo a vuestra disposición unos apuntes básicos y esquemáticos que os puedan resultar útiles para introduciros en esta apasionante área de conocimiento tan importante para los profesionales de la actividad física y el deporte.

En ellos encontrareis información sobre los antecedentes, los objetivos, nutrición, metabolismo energético, adaptaciones, aplicaciones prácticas al entrenamiento y cual es la evidencia entre ejercicio físico y enfermedad crónica.

Estos apuntes son de acceso libre y podeis descargarlos en este enlace Apuntes sobre fisiología del ejercicio.

Espero que os resulten útiles.

¿Son diferentes las lesiones en corredores según el sexo?

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Correr es uno de los deportes o ejercicio físico más practicados en el mundo. Se puede considerar el deporte más popular por excelencia debido a su relativa facilidad para ser practicado y su bajo coste económico.

Aunque se considera que correr es una actividad sana que repercute de forma beneficiosa en la salud general se observa que su tasa de lesiones es ciertamente elevado, muy probablemente debido a desajustes en la carga de entrenamiento y la escasa aproximación de la misma a factores biomecánicos individuales.

Diferentes estudios sugieren el sexo como factor de riesgo para determinados patrones específicos de lesiones en general y en particular para la actividad reconocida como carrera a pie. Una revisión reciente sobre este tema subraya en sus resultados varios descubrimientos de interés:

a) No hay diferencia entre hombres y mujeres en la tasa de lesiones: hombres se lesionan con una prevalencia de 20,4 cada 100 y las mujeres con un valor de 20,8 cada 100.

b) Para distancias de 10 km o menos las corredoras muestran un mayor riesgo de lesiones que los corredores.

c) Las corredoras muestran el doble de riesgo que los corredores en sufrir fracturas por estrés, especialmente en edades más jóvenes y probablemente debido a que estas se ven afectadas de forma singular de una baja disponibilidad de energía, alteración menstrual y baja densidad ósea.

d) Los corredores tienen el doble de riesgo de padecer una tendinopatía de Aquiles que las corredoras. La causa no parece clara y se especula que el nivel de carga crónica, mayor en hombres, pueda ser causa de esta circunstancia además de las diferencias endocrinas entre hombres y mujeres en relación a la producción de estrógenos, hormona que favorece la síntesis del colágeno y que influye en capacidad de reparación de la estructura del tendón dañada por los microimpactos repetidos durante la carrera.

Hollander, K., Rahlf, A. L., Wilke, J., Edler, C., Steib, S., Junge, A., & Zech, A (2021). Sex-Specific Differences in Running Injuries: A Systematic Review with Meta-Analysis and Meta-Regression. Sports Medicine, 1-29.

Umbral anaeróbico: concepto y valoración

Este trabajo publicado por Svedahl y MacIntosh (2003) revisa el concepto y la metodología para la valoración del umbral anaeróbico. La investigación que existe sobre este tema muestra que el umbral anaeróbico es un concepto difícil de definir ya que existen bastantes discrepancias a la hora de determinar cual es prueba más idónea para estimar la intensidad asociada a este indicador. En este estudio se recomienda como test óptimo para su valoración cualquier prueba de campo que determine la intensidad de ejercicio asociada la máxima concentración estable de lactato.

Svedahl, K., & MacIntosh, B. R. (2003). Anaerobic threshold: the concept and methods of measurement. Canadian Journal of Applied Physiology, 28(2), 299-323.

¿Qué tipo de entrenamiento mejora en mayor medida el VO2 max?

IMG_4288.JPGEl consumo máximo de oxígeno (VO2max) es uno de los factores fisiológicos más importantes que determinan el éxito en deportes de resistencia aeróbica y su desarrollo es uno de los objetivos fisiológicos principales del entrenamiento para cualquier modalidad deportiva que requiera resistencia de media (3-10 min) y larga duración (t>10 min). En este estudio publicado en Medicine & Science in Sports & Exercise (2007) fue comparada la efectividad de diferentes métodos de entrenamiento (continuo y por intervalos) con el objeto de comprobar su efecto en el desarrollo del VO2 max. Los resultados del estudio muestran una mayor eficacia para el entrenamiento por intervalos (intensidad=90 – 95 % de la frecuencia cardíaca máxima) en la mejora del VO2 max frente a la efectividad mostrada por los entrenamientos continuos de larga duración (intensidad = 70-80 % de la frecuencia cardíaca máxima). El aumento del VO2 max se produjo principalmente a partir de la mejora del volumen sistólico y consecuentemente del gasto cardíaco. En la práctica los intervalos cortos parecen más difíciles de gestionar al requerir un volumen muy alto de repeticiones y por este motivo los autores recomiendan la realización de intervalos algo más largos para el entrenamiento.

Helgerud, J., Høydal, K., Wang, E., Karlsen, T., Berg, P., Bjerkaas, M., … & Hoff, J. (2007). Aerobic high-intensity intervals improve V O2max more than moderate training. Medicine & Science in Sports & Exercise, 39(4), 665-671.

Percepción de la carga de ejercicio

IMG_1299.JPGCada vez con más frecuencia la valoración de las «sensaciones» de los deportistas se vienen empleando como un indicador global de carga muy práctico debido a su sencillez y bajo coste frente a otros métodos generalmente más caros y complejos. Un documento clásico sobre escalas de percepción de carga (RPE) es el artículo de Gunnar A.V. Borg publicado en 1982. En este trabajo se explica con claridad las amplias posibilidades que ofrece la medición de la intensidad del esfuerzo con el empleo de escalas RPE; una de ellas basada en la frecuencia cardíaca (6-20) y otra que modifica y simplifica la anterior  (0-10) con el objeto de facilitar su aplicación en  contextos más diversos. Un correcto empleo de este tipo de escalas permite una monitorización de carga válida y fiable, muy útil para el control y la prescripción de intensidad de esfuerzo en deportes donde la medición de la carga  presenta algunas dificultades por su complejidad y variabilidad (p.e. deportes de equipo, deportes de combate, …).

Borg, G. A. (1982). Psychophysical bases of perceived exertion. Med sci sports exerc, 14(5), 377-381.

Adaptaciones del músculo esquelético al ejercicio de endurance y sus consecuencias metabólicas

IMG_1296.JPGUn clásico de la fisiología del ejercicio, revisión de Holloszy y Coyle (1984) publicada en 

Holloszy, J. O., & Coyle, E. F. (1984). Adaptations of skeletal muscle to endurance exercise and their metabolic consequences. Journal of applied physiology, 56(4), 831-838.

 

Efectos de los programas de prevención de lesiones FIFA 11 y FIFA 11+

En esta revisión publicada en 2017 en British Journal of Sports Medicine se evalúan los efectos de los programas de prevención de lesiones propuestos desde FIFA para jugadores/as de fútbol. Los resultados de los trabajos revisados muestran que el programa FIFA 11+ puede reducir el riesgo de lesión en un 39% , sin embargo el efecto preventivo del FIFA 11 no pudo ser documentado.

Thorborg, K., Krommes, K. K., Esteve, E., Clausen, M. B., Bartels, E. M., & Rathleff, M. S. (2017). Effect of specific exercise-based football injury prevention programmes on the overall injury rate in football: a systematic review and meta-analysis of the FIFA 11 and 11+ programmes. Br J Sports Med, bjsports-2016.

Cambios bioquímicos inducidos por el ejercicio físico y su influencia sobre el cáncer

Resultado de imagen de trekkingLa práctica de ejercicio físico regular es uno de los factores de estilo de vida conocidos que reducen el riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer. El ejercicio físico se asocia también a un menor grado de recaída y un índice más elevado de supervivencia en la enfermedad. Esta revisión publicada en British Journal of Sports Medicine explica con detalle los procesos bioquímicos relacionados con los beneficios anticáncer del ejercicio físico.

Thomas, R. J., Kenfield, S. A., & Jimenez, A. (2017). Exercise-induced biochemical changes and their potential influence on cancer: a scientific review. Br J Sports Med, 51(8), 640-644.